ARAOZ PUNTOS DE VISTA



Lima, 25 de Octubre de 2023

SONGO, BORONDONGO Y BERNABÉ

Por Antero Flores-Araoz


La famosísima cantante cubana de música caribeña, doña Celia Cruz, acompañada por la también famosa “Sonora Matancera”, por décadas interpretó “Borondongo”, relatando que “Borondongo le dio a Bernabé porque Songo le dio a Borondongo”.

Se preguntarán con lógica irrebatible ¿Qué es lo que hizo recordar al autor de esta nota el estribillo enunciado de la tan escuchada y bailada interpretación musical? La respuesta es muy fácil, simplemente los dimes y diretes entre nuestras principales autoridades, las denuncias que van y vienen y, por si ello no fuese poco, la difusión con “veneno” de cierta prensa que aspira a que lleguemos nuevamente al caos en el Perú.

Se ha llegado hasta al inconcebible acto de algunos parlamentarios desubicados de pretender la vacancia de la Presidenta de la República, cuando ella se encuentra en visita oficial a Alemania y El Vaticano. El solo pedido de vacancia cuando la primera mandataria de la Nación se encuentra en ejercicio de su atribución de conducir la política internacional de nuestro país, ya es cuestionable, aunque algunos con lógica dirán que políticamente ello es una traición a la patria. Podemos estar o no de acuerdo con las acciones u omisiones de la señora Boluarte, pero ejerce la Presidencia de la República en forma legítima y constitucional, al haberse seguido la ruta de sucesión presidencial que nuestra Ley de Leyes define.

Volviendo a las hostilidades entre las instituciones del Estado y sus representantes, el país es testigo por ejemplo como desde el Poder Judicial se tira barro al Ministerio Público, por la mala conducción de las investigaciones del caso “Lavajato”, y no de ahora, sino desde que ella se inició hace cerca de una década.

También observamos decisiones tardías de algunos jueces disponiendo allanamientos e incautaciones, pero fuera de tiempo razonable, pues hasta cualquier mortal conoce que, si no hay inmediatez en la ejecución de tales medidas, los imputados habrán limpiado los escenarios del delito y habrán desaparecido las pruebas que los vinculan a aquel. Allanando con demora despachos y viviendas de altísimos funcionarios o exfuncionarios, solo se conseguirá más escándalo.

Hemos visto también actuaciones de fiscales, que quieren tener sus minutos de gloria, llamando furtivamente a la prensa para las diligencias, cuando saben perfectamente que las investigaciones en el Ministerio Público tienen carácter reservado, incluso echando culpas a los jueces.

En la JNJ se abren investigaciones a la Fiscal de la Nación, por el ejercicio de sus facultades administrativas, que están legalmente fuera del ámbito competencial de aquella, pero lo que es parte de sus atribuciones, como es poner orden al interior de su Institución, pues silencio absoluto.

En el Congreso la situación es más grave, aunque entendible porque en él están representadas diversas tendencias políticas, en que permanentemente se quieren hacer investigaciones que rara vez llegan a puerto, aunque sirven para la contratación de más personal y consultorías. Se nota además clara vocación por el escándalo.

El Poder Ejecutivo no es ninguna isla y si bien no hay agresiones a otras entidades del Estado, hay sectores de la administración que no están haciendo sus tareas con éxito, lo que debe ser corregido.

La Contraloría, fuera de exceso presupuestario, no puede mostrar eficiencia, sobre todo en el área de prevención de la corrupción. Más son sus altisonantes anuncios, que las acciones concretas.

No nos referimos a la Defensoría del Pueblo, convertida en solo defensora de sus remuneraciones, quedando solo como islas de eficiencia el Tribunal Constitucional, el Banco Central de Reserva y la SBS.

Para terminar con esta guerra de todos contra todos, sería conveniente que la presidenta de la República convoque a un Consejo de Estado y. en él, se puedan todos sincerar y llegar a acuerdos que le den tranquilidad al país, lo que es indispensable como clima requerido para las inversiones generadoras de empleo, que tanto necesitamos. Ojo que no pretendemos ni cerrar los ojos ni impunidad, solo tranquilidad.